En el año 1998 empezamos con Reino Puerco donde la se mezclaban las sardinas y los cerdos en ese punto mágico del carnaval donde el cerdo da paso al pescado. El año siguiente realizamos un desfile sobre la muerte, donde unos cocineros repartían sardina y lombarda (por el morado de la cuaresma). En el año 2010 el desfile del entierro de la sardina coincidía con el día de los enamorados y tal coincidencia nos permitió reinos de la muerte y poner flores a la muerte y ver el lado bueno de la vida, donde banqueros repartían billetes, donde la sardina iba forrada de más billetes, un mundo feliz sin crisis y mucho amor. El año pasado con Corte Gatuna, el desfile estaba inspirado en la corte del Felipe IV, con damas gatunas, caballeros gatunos, que iban a comerse la sardina, con inquisidores que nos anunciaban un futuro poco alentador, mucho dorado pero en cuanto rascas un poco todo es miseria.
Desfile fúnebre y carnavalesco de inspiración mitológica. Tomando el ciclo de muerte de la antigua Grecia como hilo conductor, el difunto (la Sardina) se encontrará con el portero del inframundo, el perro Cerbero y cruza la laguna Estigia (que bien podría ser el Tajo) guiado por el barquero Caronte hasta llegar al reino de Hades y su secuestrada Perséfone, acompañado por los espíritus femeninos de la muerte, músicos, zancos y acciones teatrales. Las tres Parcas, controlando el hilo de la vida, completan este cuadro mitológico. El mito de Perséfone nos permite creer en una nueva primavera que, como las amapolas, se abre paso en el campo seco. La vida triunfa sobre la muerte.
Dirección artística: Juan Carlos Villacampa
Vestuario: Rosana Braojos, Ana Torres.
Elementos escenográficos: Jorge García
Marionetas: Marga Martínez
Máscaras y attrezzo: Dani Sánchez